Los detectives privados han sido autorizados para trabajar durante toda la pandemia, adaptando sus tareas de vigilancia a las restricciones horarias, a las limitaciones de movilidad y las nuevas relaciones laborales.
A lo que se suma otro tipo de dificultades, como por ejemplo “los problemas que encontramos a la hora de reconocer e identificar a una persona vigilada desde que es obligatorio el uso de la mascarilla“, según relata la detective, Ana Lahuerta.
Los detectives privados deben estar reconocidos por el Ministerio de Interior.
Fuente: Cadena Ser